Ya lo pronosticaban numerosos corrillos desde hace días. Todo vale para ganar, hasta callar. Hasta el silencio, hasta dar una bofetada al diálogo, al debate, a los jóvenes. Y ganar sin diálogo, sin debate, debe saber a derrota.
Venció, pero ¿convencerá? Tiene cuatro años para hacerlo, incluso puede que hasta otros cuatro.
De momento, y ya que no quiso dialogar con los universitarios salmantinos, invitamos al nuevo, ya alcalde, a dar un paseo, asomar la cabeza, poner el oído, escuchar. Escuchar para dialogar. Escuchar a la cantidad de jóvenes, universitarios o no, que desde hace días, acampan en la rebautizada plaza del 15M. Allí se dan cita con el diálogo, la unión, la ilusión, la esperanza y la palabra y es, que la indignación UNE.
Hace poco lo escribíamos ya en este blog, La juventud empuja, la juventud siempre vence… y él sabía de que hablaba, no podía ser otro, Miguel Hernández, ahí el aliento de esperanza, por una Democracia Real.
Y como hasta el silencio vale para ganar, esperemos que los oídos de nuestros políticos sepan escuchar el silencio de medianoche. Bienvenido.